¿Qué os puedo contar de un hombre con cara de niño, que se lanza desde 3.000 metros de altura con un traje de alas, y vuela sobre Madrid para finalizar tomando tierra en plena Plaza de Colón?

A dARIO bARRIO le gusta el riesgo, eso sí, medido y bien gestionado. Un hombre valiente, innovador, inquieto, curioso y amante de la aventura y del deporte.

Cuida todos los detalles al máximo, tanto en su vida profesional como personal, y es muy meticuloso. Todo esto, unido a su pasión absoluta por la vida, la cocina y su familia, es lo que se respira en cuanto entramos por la puerta de dASSA bASSA. Un ambiente cálido y cercano se adueña de nosotros. Sorprenderse y sorprendernos cada día, me ha demostrado que es uno de sus principios.

Era el cumpleaños de mi padre y quería una celebración muy especial, algo que fuera más allá de sentarnos simplemente a disfrutar de una magnifica comida. Algo diferente, pero que girara en torno a una gran mesa y un magnífico almuerzo, en la que tres generaciones disfrutáramos de la gastronomía y de nuestras ganas de estar juntos, ya que eso es lo que a mi padre más le gusta, pero aportando algo innovador a nuestra reunión.

Por eso no dudé en llamar a Darío y pedirle que me explicara en qué consistía participar en una de sus clases magistrales en su aula de cocina.

El resultado: una idea brillante, ingeniosa y muy agradable, que permitió reunirnos veinte personas alrededor de una mesa imperial. Presidida a un lado por mis padres y al otro por Darío, y un menú degustación que consistió en unos aperitivos, dos entradas, un pescado, una carne, un pre postre y un postre.

Pero mientras degustamos cada plato, Darío nos va explicando cómo se prepara paso a paso cada uno de ellos. En vivo y en directo, cocina con nosotros lo que estamos degustando.

Nos cuenta sus secretos, sus anécdotas y consigue establecer una comunicación muy especial y simpática entre todos los participantes, mayores y pequeños. Esta original fórmula de Darío, convirtió esa celebración de cumpleaños en algo que trascendió con mucho a una simple comida familiar de cumpleaños.

Ante los imprevistos, la capacidad de reacción de Darío sobre el menú es impresionante. Y es ahí donde vemos que detrás del “Jefe” hay un gran equipo de profesionales atentos a todos los detalles, los mejores productos de mercado en su despensa y el saber hacer de los grandes restauradores.

Un proyector y pantalla nos permitieron ir viendo, mientras participábamos del evento, las fotos que entre todos habíamos ido recopilando y montando durante las semanas previas con muchísima ilusión.  80 años en imágenes con su mujer, hijos, viajes, vacaciones y ahora sus nietos, su gran debilidad.  Fue una más de las sugerencias de Darío para hacer de esa celebración un momento inolvidable. Nunca se lo agradeceremos bastante. Un broche final, tierno, emotivo y personalizado para mi padre en su 80º aniversario. No dudo un momento que de esa emoción participó Darío, como uno más de la familia.

Este fue el motivo de mi celebración, pero puede haber muchísimos otros.

¿Qué os parecería celebrar así el cumpleaños de una amiga, una despedida de soltero, unas bodas de oro o una reunión de antiguos compañeros de colegio?

¡¡Mil gracias a Darío, Itziar y a todo el equipo dASSA bASSA,  por un cumpleaños inolvidable para todos!!