29/06/2012
Me encantan las mañanas de domingo.
Si la noche anterior no se ha complicado excesivamente y no me levanto muy perjudicada, me gusta bajar temprano a desayunar.
El barrio se despierta, como todos solemos hacerlo los domingos despacio y perezoso. Me cruzo con personas que caminan hacia El Retiro con sus patines, ropa de deporte o simplemente preparados para pasear. Nos sonreímos y con un gesto que lo dice todo, nos deseamos buenos días.
Paro en el kiosco de prensa y tras el saludo de rigor y ponernos al día de cómo ha ido la semana, con la prensa bajo el brazo me encamino a disfrutar de mi primer café del día.
No soy de ideas fijas, cada domingo me dejo llevar por lo que más me apetece en ese momento.
Hoy me he acordado del sándwich de pan de espinacas de «Harina» y pongo rumbo hacia la Puerta de Alcalá. Ya imagino mi zumo de naranja recién exprimido, mi yogur con muesli y mi café con leche, largo de café.
El sándwich, el café, el jugo, la prensa…todo ello en la sombreada terraza del establecimiento, con un servicio magnifico y bajo la atenta mirada de la Puerta de Alcalá.
¡Una manera genial de comenzar el domingo!
Antes de irme, aprovecho para comprar el pan y disfrutar de su surtido y apetecible muestrario. La variedad de panes de harina madre, de trigo o de centeno, de levadura o de castañas, de cristal o de aceite es tan amplia que me cuesta decidir.
Me encanta el pan de cristal, de corteza crujiente y tan esponjoso por dentro… pero recuerdo que hoy vamos a comer Roast Beef y lo tengo claro: hoy me llevo el pan de centeno y miel.
Ya tengo la cena lista: los restos del Roast Beef entre panes de centeno y miel y con un puntito de salsa Cumberland. No dejéis de probarlo.
Estoy contenta, relajada y con la cena lista. Lástima que las noticias leídas en la prensa, no acompañen la alegría que siento en estas mañanas de domingo.